sábado, 16 de julio de 2016

¿Hacia dónde va la realidad aumentada?

Aún no he caído en Pokemon Go (porque prefiero esperar a que pulan bugs y esté oficialmente en mi país) pero entre las Google Glass, la serie Psycho-Pass, la novela Oculus, el cómic Tokyo Ghost y las últimas OVAs de Ghost in the shell me han hecho pensar hasta que punto puede imponerse en el uso diario la "realidad aumentada" y más importante la falta de privacidad y el bombardeo de spam de la que vendrían acompañado.

Obviamente nadie habla de tener un ojo biónico, pero no sería tan raro que unas las gafas de realidad aumentada triunfasen donde ha fracaso el 3D  y sus gigantescos televisores (por enésima vez).

¿Estaría la gente dispuesta ha llevar un cacharro encima, que te dijese toda la información disponible sobre cada cosa que mires? Sería como un audioguía hipervitaminado, que te pudiese comparar a través de fotos la evolución de la calle que estás pisando, tutoriales de cada herramienta que usas, recetas cuando estés en la cocina, valores nutricionales de cada alimento que compres, señales de tráfico y un largo etc.

Parece todo bonito, pero para pagar eso entregaremos privacidad y asumiremos spam, al igual que hemos hecho con todos los "servicios gratuitos" de Internet. Llámame viejo pero no me gusta ese camino.

Tras la parrafada, os dejo el corto de Keiichi  Matsuda Hiperreality que refleja bien ese temor que he descrito antes: