Obviamente nadie habla de tener un ojo biónico, pero no sería tan raro que unas las gafas de realidad aumentada triunfasen donde ha fracaso el 3D y sus gigantescos televisores (por enésima vez).
¿Estaría la gente dispuesta ha llevar un cacharro encima, que te dijese toda la información disponible sobre cada cosa que mires? Sería como un audioguía hipervitaminado, que te pudiese comparar a través de fotos la evolución de la calle que estás pisando, tutoriales de cada herramienta que usas, recetas cuando estés en la cocina, valores nutricionales de cada alimento que compres, señales de tráfico y un largo etc.
Parece todo bonito, pero para pagar eso entregaremos privacidad y asumiremos spam, al igual que hemos hecho con todos los "servicios gratuitos" de Internet. Llámame viejo pero no me gusta ese camino.
Tras la parrafada, os dejo el corto de Keiichi Matsuda Hiperreality que refleja bien ese temor que he descrito antes:
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