jueves, 16 de diciembre de 2010

La alineación de Dungeons & Dragons

Una de las mejores características del juego del Rol de D&D y AD&D es el sistema de alineamiento ético basado en tres elementos: Ley, Neutralidad y Caos. Éste se aleja de los típicos buenos y malos para profundizar mucho más la actitud y moral del personaje a partir de la combinación de tres elementos. Si quieres averiguar cual sería tu alineación haz el test. Más abajo explico que es cada estado.


Tabla de alineamientos
Eje ético
Eje moral


El Bien frente al Mal

En esencia, los personajes y criaturas del Bien intentan proteger la vida de los inocentes. Los personajes y criaturas del Mal intentan destruir la vida de los inocentes, bien sea por diversión, bien sea por beneficio propio.
El Bien implica altruismo, respeto por la vida y preocupación por la dignidad de los seres sensibles. Los personajes del Bien suelen hacer sacrificios para ayudar a los demás.
El Mal implica despreocupación por la suerte de los demás, y en casos extremos implica herir, oprimir o matar a otros seres. Algunas criaturas del Mal no tienen compasión por los demás y matan sin remordimientos si lo consideran necesario o para conseguir sus objetivos. Algunos personajes del Mal se pueden calificar de auténticamente malignos, ya que matan por deporte o a las órdenes de alguna deidad o maestro.
La Neutralidad respecto al Bien y al Mal implica que el personaje no se sentirá inclinado a matar inocentes, pero no tendrá la compulsión de sacrificarse por los demás. Los personajes neutrales suelen sentirse obligados hacia los demás a través de relaciones personales, en lugar de guiarse por un sentido de la obligación moral.
Ser bueno o malo, en este sentido, puede ser una decisión consciente del personaje, particularmente para personas o entidades que reconozcan la existencia objetiva del alineamiento en la cosmología de Dungeons&Dragons. Sin embargo, para la mayoría de la gente ser bueno o malo es una actitud que uno reconoce pero no escoge.
Ser neutral en cuanto a la dicotomía Bien/Mal implica no decantarse por un lado o por el otro de la balanza, pero para algunas clases de personaje (sobre todo druidas) representa un compromiso positivo de cara a mantener el equilibrio entre ambos extremos. Los seguidores de la Neutralidad reconocen que el Bien y el Mal son estados objetivos y no meras opiniones, pero mantienen que el equilibrio entre ambos es el estado ideal, si no para todo el mundo, al menos para ellos mismos.
Los animales y criaturas no sensibles no tienen alineamiento moral; ni tan siquiera los devoradores de hombres o los animales entrenados para matar personas. Estos seres son neutrales por naturaleza ya que carecen de la capacidad para distinguir entre comportamientos moralmente aceptables o no. La mayoría de los jugadores se refiere a este estado como «neutral hambriento», en el caso de bestias salvajes.

El Orden frente al Caos

Los personajes de la Ley dicen la verdad, mantienen su palabra, respetan la autoridad, honran la tradición y juzgan a aquellos que incumplen sus responsabilidades.
Los personajes del Caos siguen sus conciencias, se desdicen si lo consideran necesario, prefieren las nuevas ideas a los pensamientos dogmáticos y cumplen lo prometido solo si les complace.
La Ley implica honor, confianza, obediencia a la autoridad y confiabilidad. Por otro lado como características negativas tenemos cabezonería (en el peor sentido de la palabra), adhesión reaccionaria a la tradición, tendencia a juzgar a los demás y falta de adaptabilidad. Aquellos que escogen de forma consciente la legalidad afirman que solo los comportamientos legales son capaces de crear una sociedad en la que las personas puedan depender las unas de las otras y tomar decisiones correctas en el convencimiento de que los demás harán también lo correcto.
El Caos implica libertad, adaptabilidad y flexibilidad. Como contrapartida implica imprudencia, resentimiento ante la autoridad legalmente establecida, acciones arbitrarias e irresponsabilidad. Aquellos que promulgan el comportamiento caótico dicen que únicamente a través de la libertad personal sin trabas puede la gente expresarse completamente, lo que permite a la sociedad beneficiarse del potencial que contienen estos individuos.
La Neutralidad con respecto a la Ley y el Caos siente un respeto normal por la autoridad pero no tiene las compulsiones propias de un seguidor estricto de cualquiera de sus extremos (obediencia ciega o rebeldía total). Un seguidor de la Neutralidad es básicamente honesto, pero en un momento dado podrá mentir o traicionar a los demás.
La devoción hacia la Ley o el Caos puede ser fruto de una decisión consciente, pero con más frecuencia se debe a un rasgo de carácter reconocido, antes que escogido. La Neutralidad con respecto al eje Ley/Caos representa simplemente un estado intermedio que no se decanta por ninguno de los dos extremos. Sin embargo, los seguidores de la Neutralidad consideran este estado como superior a la Ley y al Caos, debido a los defectos y limitaciones de ambos extremos.
Los animales y otras criaturas no sensibles son éticamente neutrales. A pesar de que, por ejemplo, los perros son obedientes y los gatos más libres por naturaleza, ello no implica una elección consciente basada en una capacidad ética.

Alineamientos

Legal bueno
Arquetipo: el Cruzado.
Un personaje legal bueno combina el honor y la compasión por los inocentes. Este tipo de personajes apoya fervientemente la sociedad y sus leyes, en el convencimiento de que han sido creadas por el bien de todos.
El personaje legal bueno es honesto y benevolente. Actuará dentro del sistema para intentar mejorarlo y se esfuerzan por llevar el orden allí a donde van. Combinan su compromiso a combatir el mal con una férrea disciplina, viviendo según un estricto código de honor o según las reglas marcadas por la deidad del Bien a la que sirven. Estos personajes llegarán a actuar con desprecio total de su propia vida por seguir estos códigos.
En cualquier caso hay que tener en cuenta que la obediencia ciega a las leyes no es un atributo obligado para los personajes legales buenos. Por ejemplo, un paladín no infringe su alineamiento si decide tomar las armas contra un usurpador en nombre del rey destronado al que sirve, incluso si ello atenta contra las normas sobre sedición que pueda haber establecido el usurpador. Es decir, en general el personaje legal bueno prefiere una vida estructurada según un compendio de reglas que pueda seguir.
Son ejemplos de personajes legales buenos el policía incorruptible, el político o gobernante que actúa a favor de su gente o el soldado que actúa de forma heroica obedeciendo de forma estricta las reglas de batalla. En la literatura podemos encontrar diversos ejemplos como el caballero Sturm Brightblade (Dragonlance)

Neutral bueno
Arquetipo: el Benefactor.
Los personajes bajo este alineamiento son buenas personas a las que les gusta ayudar a los demás, pero no tienen especial predilección o rechazo por el orden.
Un personaje neutral bueno no se siente particularmente obligado a hacer el bien debido a leyes o restricciones, sino que realizar el bien por sí mismo. Generalmente se plegará a la ley, pero no dudará en quebrantarla si con ello considera que está haciendo un bien mayor. No se siente atado a ningún sistema u orden social, y su necesidad de ayudar a los demás puede ser más fuerte que cualquier otra consideración.
Los personajes neutrales buenos generalmente son aquellos que actúan de forma desprendida, como los miembros de la Cruz Roja o los miembros de Médicos sin Fronteras, que hacen el bien sin considerar cuál es el bando de aquellas personas a las que asisten.
En la literatura de fantasía podemos considerar que Gandalf (El Señor de los Anillos) es neutral bueno: no duda en saltarse las leyes para hacer el bien, y no se siente obligado por constricciones legales o morales. En la serie Dragonlance podríamos poner como ejemplo a Tanis Semielfo. O en Harry Potter pondriamos a Dumbledore en esta posición, ya que hace el bien, aunque para ello tenga que saltarse algunas reglas o ponerse gente en contra.

Caótico bueno
Arquetipo: el Rebelde.
Un personaje caótico bueno actúa según los dictados de su conciencia sin tener en cuenta lo que los demás puedan pensar de él. Es generoso y benevolente, combinando un buen corazón con un espíritu libre. Es muy individualista y reniega de leyes, regulaciones o de cualquier orden social. Odia a la gente que se dedica a intimidar y a practicar el despotismo con los demás.
Sus acciones suelen ir encaminadas a luchar contra gobernantes y organizaciones injustas, intentando liberar a los oprimidos. Evitan en la medida de lo posible sociedades organizadas, lo que les lleva en muchos casos a llevar vidas de nómadas o eremitas. En su versión más extremista pueden llegar a realizar acciones malvadas en contra de ciertos individuos para favorecer el bien común.
Este perfil encaja con líderes rebeldes de la nobleza en lucha contra regímenes corruptos, mercenarios que solo trabajan para gente con buenos fines y, en general, todo aquel «que robe al rico para entregárselo al pobre». Robin Hood, El Zorro, el Equipo-A, Rorschach (Watchmen) o Tasslehoff Burrfoot (Dragonlance) son ejemplos típicos de personajes caóticos buenos.

Legal neutral
Arquetipo: el Juez.
Un personaje legal neutral se basa en el imperio de la ley, la tradición o el código personal. El orden, en contraposición al caos, es su brújula moral. Normalmente viven según sus códigos personales o bien apoyan gobiernos fuertes y organizados que imponen una fuerte visión de orden para todos sus súbditos.
Este alineamiento combina confiabilidad y honor sin decantarse por ningún aspecto moral. Esto no quiere decir que un personaje legal neutral sea inmoral o amoral, pero los aspectos morales del mundo (el Bien y el Mal) adquieren un papel secundario frente al código, la tradición y los dictados de la lógica.
Los personajes legales neutrales suelen ser funcionarios, soldados que obedecen ciegamente sus órdenes o jueces que se ciñen rígidamente a las reglas establecidas. Un buen ejemplo de personaje legal neutral es Gill Grissom, de la serie de televisión CSI: Las Vegas. Para Grissom lo importante son las pruebas, sin importar que incriminen o exculpen al sospechoso. Otro buen ejemplo es R. Daneel Olivaw, de la saga Fundación de Isaac Asimov, para quien el bienestar de la Humanidad se podía conseguir a través del orden. El ejemplo más usado sería Juez Dredd, para él lo más importante es el cumplimiento absoluto de las leyes.

Neutral
Arquetipo: el Indeciso.
También conocido como verdadero neutral o neutral neutral, se llama el "Indeciso" o "natural" de la alineación. Esta alineación neutral representa en ambos ejes, y no tiende a sentirse con fuerza hacia cualquier alineación. Un agricultor cuya principal preocupación es primordial para alimentar a su familia es de esta alineación. La mayoría de los animales, que carecen de la capacidad de juicio moral, son de esta alineación. Muchos de los personajes pícaros que juegan todos los lados para adaptarse a sí mismos son también de esta alineación.
Algunos personajes neutrales, en lugar de sentirse indecisos, se han comprometido a un equilibrio entre las alineaciones. Pueden ver el bien, la ley del mal y el caos como simplemente los prejuicios y extremos peligrosos. Mordenkainen es uno de los personajes como que lleva este concepto al extremo, de dedicarse a la filosofía individual de neutralidad para garantizar que no la alineación de uno o de energía toma el control de la Flanaess .
Los druidas lo siguen dedicación verdadera al equilibrio, y en Advanced Dungeons & Dragons normas debían ser esta alineación. En un ejemplo citado en un libro de reglas de D & D, un druida típico puede luchar contra una banda de merodeadores gnolls, sólo para cambiar de bando para salvar a los gnolls de ser totalmente exterminados.

Caótico neutral
Arquetipo: el Espíritu Libre.
Un personaje caótico neutral se considera libre de las restricciones de la sociedad y no se ve impelido a practicar el Bien. Para ellos el fin justifica los medios, si ese fin es favorecerse así mismos.

No disfrutan con el sufrimiento innecesario de los demás, pero si se unen a un equipo, es porque las metas que el equipo coinciden con los suyos. Ellos pueden ser muy egoístas en su búsqueda de metas personales. Un personaje caótico neutral no tiene que ser un vagabundo sin rumbo, ya que pueden tener un objetivo específico en mente, pero sus métodos para lograr ese objetivo están desorganizados a menudo, poco ortodoxo, o totalmente impredecible.
Los personajes caóticos neutrales siguen sus impulsos y son fuertemente individualistas. Valoran la propia libertad por encima de todo, pero no se esforzarán por conseguir la libertad de otros. Evitan la autoridad, odian las restricciones y desafían la tradición.
A pesar de esto, este tipo de personajes no actúa de forma activa, al menos intencionadamente, para trastornar organizaciones de forma anárquica, ya que para ello tendría que tener algún tipo de motivación moral: el Bien para liberar a otros o el Mal para hacer sufrir a otros.
El personaje caótico neutral suele ser impredecible en su comportamiento con respecto al resto de la gente, aunque es seguro que preservará su propia vida.
Un contrabandista que realice pequeños robos y alquile sus servicios es el ejemplo perfecto de este alineamiento. Han Solo (antes de unirse a la Alianza Rebelde, en Star Wars), el asesino Hugh "La Mano", Deadpool o Capitan Jack Sparrow son buenos ejemplos.

Legal malvado
Arquetipo: el Déspota.
El personaje legal malvado es devoto de forma intencionada y metódica de los sistemas despóticos, organizados y crueles. Suelen tomar todo aquello que desean con los límites marcados por su código de conducta personal, sin que les importe a quién puedan dañar en el proceso. Les importa la tradición, la lealtad y el orden, pero no les importa la libertad, la dignidad o la vida. Juega con las reglas establecidas, pero no tiene piedad o compasión. Se siente a gusto en una jerarquía fuertemente establecida, deseando ascender en ella para gobernar, nunca para obedecer. No les gusta romper su palabra, por lo que suelen ser muy cautos a la hora de empeñar su palabra, cosa que solo harán si perciben un claro beneficio a su favor.
Esta reluctancia a empeñar la palabra tiene un doble origen: por un lado se debe a su naturaleza, y por otro lado se debe a su dependencia del orden establecido para protegerse de aquellos que se oponen a él en el terreno de lo moral. Algunos personajes con este alineamiento presentan tabúes como no matar ellos mismos a sangre fría, aunque pueden valerse de sicarios para hacerlo, o no dejar que los niños se metan en problemas, si pueden evitarlo. Normalmente consideran que estos preceptos morales los sitúan por encima del resto de villanos.
En ocasiones los personajes legales malvados pueden dedicarse celosamente a la causa del Mal con el mismo celo que un paladín se dedica a la causa del Bien. Más allá de su inclinación natural a causar daño para conseguir sus propios objetivos, se complacen en el Mal como fin en sí mismo. También suelen causar el Mal como parte de los objetivos de una deidad o maestro.
Los personajes legales malvados suelen considerarse diabólicos puesto que los diablos son la personificación de este alineamiento. Un tirano que redacta leyes para su conveniencia, un abogado corrupto, un juez que utiliza la ley para enmascarar sus actos reprobables o miembros despiadados del crimen organizado son buenas muestras de este alineamiento.
En la literatura tenemos ejemplos como Randall Flagg, personaje de la novela Apocalipsis de Stephen King. Los caballeros de la Orden de Takhisis en la saga Dragonlance son también un buen ejemplo de personajes legales malvados. Magneto de los X-men, o Bobba Fett de Star Wars lo ilustran bien.

Neutral malvado
Arquetipo: el Criminal.
El personaje neutral malvado es puro pragmatismo sin honor y sin variaciones en su brújula moral. Se ciñe a la máxima «supervivencia de los más dotados».
Este tipo de personajes siempre harán lo que sea para salir impunes. Solo se preocupan por sí mismos. No les tiembla el pulso a la hora de matar, ya sea por beneficio, deporte o conveniencia. No siente inclinación por el orden y no respeta las leyes, tradiciones o códigos que lo harían más noble en algún sentido. Por otro lado no se sienten particularmente inclinados hacia el conflicto o la guerra.
Ejemplos de ello son un asesino que tiene poco respeto por las leyes formales, pero no mata sin necesidad, un esbirro que planea detrás de la espalda superior, o un mercenario que cambia de bando si se hace una oferta mejor. Saruman, en El Señor de los Anillos o Dr. Doom de los 4 fantásticos, son buenos ejemplos de personaje neutral malvado. También lo ejemplifica Sawyer de las primeras temporadas de Lost.

Caótico malvado
Arquetipo: el Destructor.
El personaje caótico malvado representa el poder sin control, el egoísmo absoluto sin cadenas, totalmente al margen de la ley.
Este tipo de personajes solo se guían por sus ansias de poder, odio y sed de destrucción. Es violento, cruel, agresivo, impredecible, despiadado y brutal. Por fortuna sus planes son muy desordenados, y todo grupo al que se una estará pobremente organizado.
Normalmente colaboran solo a través de la fuerza, y como líderes se mantienen en la cúspide únicamente mientras no sean asesinados. Los demonios son el paradigma de seres caóticos malvados. Los asesinos en serie, por ejemplo, son personajes caóticos malvados. En la literatura podemos considerar a Melkor, antagonista principal del libro El Silmarillion, de J. R. R. Tolkien, como ejemplo perfecto de ser caótico malvado.

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