La idea mental más común de las fronteras políticas consiste en una línea que separa el país o la región A del país o la región B. Aquí acaba mi país y aquí empieza el del vecino. Sin embargo, la realidad geopolítica nos deja, en todo el mundo, pequeños trozos de un país dentro de otro, enclaves cuya situación puede provocar no pocas molestias e incomodidades a sus habitantes. En la entrada de hoy repasaremos los enclaves y exclaves que se pueden encontrar en el mundo.
Se define enclave como una parte de un país rodeada completamente por otro, y exclave como una parte de un país separada físicamente de la parte principal de éste (excluídas las islas). En la imagen de la derecha C es exclave de B, pero no enclave, puesto que limita con otros dos territorios. En la imagen de la izquierda, C es exclave de B, pero además es enclave en A.
Llivia. España dentro de Francia. Situado al norte de la provincia de Gerona, Llivia es un pequeño pueblo de poco más de 1.500 habitantes cuyos doce kilómetros cuadrados de superficie se encuentran completamente rodeados de territorio francés. Debe su situación a un tecnicismo, el ser “villa” en vez de “pueblo”, cuando 33 municipios de la Cerdaña fueron traspasados a Francia en 1660. La situación de los lliviencs fue bastante incómoda hasta la entrada en vigor del Tratado de Schengen, en 1995, pero también provocó situaciones divertidas, como la Guerra de los Stops.
Büsingen am Hochrein, Alemania dentro de Suiza. Büsingen es el único municipio alemán que tiene matrícula propia, y también el único donde el franco suizo es de curso legal, o donde los residentes tienen derecho a la ciudadanía suiza. La integración de esta pequeña isla alemana en Suiza es total, tanto que hasta la entrada de Suiza en el sistema Schengen en 2009 pertenecía al sistema aduanero de la Confederación Helvética. El pueblo posee códigos postales suizos y alemanes y policía de ambos países, también. El origen del enclave se remonta al siglo XVIII, cuando, tras muchas disputas, Austria vendió al cantón suizo de Schaffhausen todos los territorios alrededor del pueblo, excluyendo expresamente Büsingen.
Los enclaves del tren, Alemania dentro de Bélgica. Una de las fronteras más raras de Europa. Tras la I Guerra Mundial el tratado de Versalles concedió a Bélgica la soberanía sobre una línea de ferrocarril que circulaba por territorio alemán y cortaba en varios puntos con la nueva frontera. La situación dejó hasta cinco trozos de Alemania separados físicamente por apenas tres metros de territorio belga del resto del país. El ferrocarril fue desmantelado, pero el suelo por donde circulaba permanece bajo soberanía belga.
Campione d’Italia, Italia dentro de Suiza. El paraíso fiscal más caro y a la vez menos conocido del mundo se encuentra en la orilla del Lago de Lugano. Campione d’Italia, un pueblo que debe su situación de enclave a una herencia del siglo VIII (casi nada) es un lugar con unas vistas preciosas, donde los impuestos son inexistentes y todo, los bancos, el correo, los teléfonos, es suizo, excepto las leyes.
Jungholz, Austria dentro de Alemania. La cumbre a más de 1.600 metros de altitud de un monte marca uno de los escasos lugares del mundo donde las fronteras forman un quadrifinuium, es decir, una cruz fronteriza. Jungholz y el resto del país al que pertenece (Austria) sólo se cruzan en un único punto geométrico. Esa situación deja al pueblo como un intruso en Alemania, un lugar al que sólo se puede acceder desde Austria cruzando al extranjero. Uno más, pero uno de los más raros.
Mahda y Nahwa, Omán dentro de los Emiratos Árabes (y a su vez dentro de Omán). El huevo frito del desierto. Los Emiratos Árabes Unidos son una federación cuya organización territorial es un extraño puzzle producto de luchas y disputas tribales, y que fue delimitado por agrimensores británicos en los años cincuenta del siglo XX. En ese puzzle dstacan Mahda y Nahwa. Nahwa es un pequeño pueblo de Omán rodeado por Mahda, que pertenece a los Emiratos Árabes. Pero Mahda a su vez está rodeado completamente de territorio de Omán. Un enclave dentro de otro enclave, o un metaenclave.
Baarle, Bélgica dentro de Holanda dentro de Bélgica, y viceversa. El récord de Europa de frontera demencial está en Baarle Hertog y Baarle Nassau (Bélgica y Holanda, respectivamente). Veintidós enclaves belgas en Holanda y ocho enclaves holandeses en Bélgica (siete de ellos dentro de otros enclaves belgas en Holanda) hacen de Baarle un lugar de peregrinación para los amantes de las fronteras. Cervecerías en dos países, asesinatos en la frontera, bancos que no podían ser inspeccionados y emisoras de radio piratas en dos países, Baarle está lleno de historias que enloquecerán de júbilo al friki de las fronteras.
Cooch Bihar, o los enclaves recurrentes, la India y Bangladesh(segunda parte aquí). Si el récord de Europa lo tiene Baarle, el récord mundial de enajenamiento mental fronterizo está en la región de Cooch Bihar, entre la India y Bangladesh. 92 enclaves balngladesíes dentro de la india (21 de ellos dentro de otros enclaves indios en Bangladesh) y 102 enclaves indios en territorio bangladesí (tres de ellos en otros enclaves, y uno de ellos dentro de un metaenclave) en los que residen setenta mil personas cuyas vidas se ven marcadas de forma dramática por la situación política de tensión perpetua entre dos vecinos no demasiado bien avenidos.
En otras épocas históricas existieron enclaves, ya extintos, que igualan o superan cualquier situación extraña que podamos encontrar hoy:
Kowloon, China amurallada dentro de Hong Kong. La ciudad amurallada de Kowloon era un enclave chino dentro de la colonia británica de Hong Kong, surgido del tratado de finales del siglo XX por el que los británicos se agenciaban la colonia. El nulo control que sobre el lugar podían ejercer tanto chinos como británicos llevó a que Kowloon se convirtiera en un lugar al margen de la ley, de cualquier ley. A mediados de los noventa, cuando fue desmantelado, era el assentamiento humano con mayor densidad de población de la Historia.
La suite 212 del Hotel Claridges, Yugoslavia dentro del Reino Unido. En plena II Guerra Mundial, el nacimiento de un heredero para el trono yugoslavo provocó la cesión temporal, por 24 horas de la soberanía de una única habitación de un hotel de Londres a Yugoslavia. Es el enclave más pequeño y efímero de todos los tiempos.
Entrada original de fronterasblog.
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